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Los alimentos ultraprocesados han generado preocupación entre los expertos en salud debido a su impacto negativo en el bienestar general. A pesar de las advertencias, muchas personas continúan consumiéndolos, ignorando las consecuencias para la nutrición mundial.
Estos productos se clasifican dentro de la categoría más desfavorable en términos de beneficios para el organismo, caracterizados por ser altos en calorías, azúcares y aditivos. Además, se ha demostrado que son altamente adictivos, lo que dificulta abandonar su consumo.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que los alimentos ultraprocesados están compuestos principalmente por ingredientes industriales, careciendo de alimentos enteros. Son diseñados para ser duraderos, apetecibles y rentables, frecuentemente consumidos como snacks o bebidas.
Entre los ingredientes comunes en estos productos se encuentran aditivos, conservantes, estabilizantes, emulsionantes, edulcorantes y resaltadores de sabor. La OPS ha identificado ocho razones fundamentales por las cuales estos alimentos son perjudiciales para la salud:
- Son nutricionalmente desequilibrados.
- Tienen alta densidad energética.
- Fomentan hábitos de consumo y adicción.
- Pueden reemplazar comidas nutritivas fácilmente.
- Se promueven de manera engañosa imitando alimentos naturales.
- Crean una falsa impresión de ser saludables mediante adiciones sintéticas.
- Son altamente rentables para grandes corporaciones.
- Las ganancias se reinvierten en publicidad para atraer consumidores, especialmente a jóvenes y niños.
Estas características destacan por qué los alimentos ultraprocesados deben ser evitados para mantener una dieta saludable y equilibrados.