Maren García y sus hijos José Juan y José Mario, se aferran al féretro de Omar Geles en cámara ardiente, ubicado en la tarima Francisco El Hombre de la Plaza Alfonso López de Valledupar. Al fondo, se observa la escultura de cera del artista, rodeada de amigos y familiares que les ofrecen consuelo.
Mil canciones y un solo corazón: adiós a Omar Geles, genio del vallenato
En medio de lágrimas, tristeza y un profundo dolor, los amantes del vallenato despiden en Valledupar a su gran maestro, Omar Geles.
Maren García es consolada por el artista de música vallenata Jean Carlos Centeno, junto al féretro. También se puede observar la escultura de cera de Omar, que permanecerá en el Salón de la Fama del Centro Cultural de la Música Vallenata.
El compositor, autor de innumerables éxitos que llenaron de vida al género musical, falleció tras sufrir un paro cardíaco mientras jugaba tenis este martes 21 de mayo.
Los caminos de la vida de Omar Geles, rodeados de flores y marcados por un talento exitoso.
La policía rinde homenaje a Omar Geles, de pie y solemne. A su alrededor, Wilfran Castillo, Ana Del Castillo y Sergio Geles, con respeto y emoción, le brindan un emotivo tributo, acompañados por la música vallenata que honra su legado.
¡Dolor insuperable! Wilfran Castillo llora a su tío y mentor Omar Geles.
Maren García es consolada por el artista de música vallenata Jean Carlos Centeno, junto al féretro. También se puede observar la escultura de cera de Omar, que permanecerá en el Salón de la Fama del Centro Cultural de la Música Vallenata.
Maren García y sus hijos José Juan y José Mario, se aferran al féretro de Omar Geles en cámara ardiente, ubicado en la tarima Francisco El Hombre de la Plaza Alfonso López de Valledupar. Al fondo, se observa la escultura de cera del artista, rodeada de amigos y familiares que les ofrecen consuelo.
La escultura en cera de Omar Geles se erige de pie, junto al féretro cubierto con la bandera de SAYCO, simbolizando su legado inmortal en la música vallenata. Un homenaje eterno a su talento y su impacto en la cultura.
Los precursores de Omar Geles, despidiendo a su maestro.
«Adiós, tío», expresa Wilfran Castillo con voz quebrada, mientras despide a Omar Geles, su tío y maestro, dejando en el aire el legado de su música y su influencia en la vida de quienes lo amaron.
Silvestre Dangond, uno de los más grandes exponentes actuales del vallenato, aparece visiblemente afectado, pensativo y triste, sentado cerca del féretro de quien considera su mentor y amigo. El acordeón frente a él simboliza el legado musical que Geles dejó en la vida de Dangond y de muchos otros artistas que lo reconocen como su referente.
Maren García, esposa del maestro, acompañada de sus pequeños hijos, lloró desconsolada frente al féretro.
Miguel Morales, artista que compartió escenarios y sueños con Geles se unió al sentido homenaje
Una multitud acompañó el cortejo fúnebre en caravana, recorriendo un largo trayecto hacia el cementerio Jardines del Ecce Homo. Desde un vehículo del Cuerpo de Bomberos, el cuerpo de Omar Geles avanzó mientras cientos de admiradores coreaban sus canciones, ondeaban banderas y lanzaban flores al paso
Su hermano y guía, Juancho Geles, permaneció junto al cuerpo de Omar, visiblemente conmovido por la pérdida de quien fuera su compañero de vida y de sueños musicales.
Ana del Castillo despide a su compadre y mentor, interpretando las canciones que él compuso y que ella convirtió en éxitos. A su lado, Wilfran Castillo, sobrino del artista, acompaña el emotivo adiós con respeto y cariño.
Silvestre Dangond le profesó su admiración a Omar Geles e incluso expresó que media parte de su carrera estaba en manos del compositor.
Naiduth Geles, hermana y asesora de imagen de Omar Geles, le da el último adiós, acompañada de sus amigos y el mánager del artista Erick Gerónimo.
¡Unidos por el folclor! El conmovedor adiós de Silvestre Dangond a Omar Geles: ambos tenían una profunda conexión a través de canciones como «A blanco y negro», «La traga loca» y «Mi amor por ella», éxitos en la voz de Dangond.
Su inesperada partida deja un vacío inmenso en el corazón del vallenato.