Lo que le puede pasar a tu cuerpo si te comes las uñas

El hábito de morderse las uñas, conocido como onicofagia, puede tener consecuencias más graves de lo que imaginas, desde infecciones hasta daños dentales.

Morderse las uñas es un hábito común que muchas personas adoptan como respuesta al estrés, el aburrimiento o la ansiedad. Sin embargo, lo que parece un comportamiento inofensivo puede tener repercusiones significativas en la salud. Expertos en dermatología, odontología y psicología explican los riesgos asociados a la onicofagia y por qué es importante buscar alternativas para dejar este hábito.

1. Infecciones bacterianas y virales

Las uñas son un refugio ideal para bacterias, hongos y virus. Al morderlas, estos microorganismos pueden ingresar al cuerpo a través de pequeñas heridas en la piel o la boca. «El contacto constante entre las uñas y la boca aumenta el riesgo de infecciones como la paroniquia, una inflamación dolorosa alrededor de las uñas, e incluso enfermedades gastrointestinales», advierte la Dra. Ana López, dermatóloga.

2. Daños en los dientes y encías

Morderse las uñas no solo afecta a las manos, sino también a la salud bucal. «El hábito puede causar desgaste en el esmalte dental, fracturas en los dientes y problemas en la mandíbula debido a la presión constante», explica el Dr. Javier Morales, odontólogo. Además, las bacterias bajo las uñas pueden provocar inflamación en las encías y aumentar el riesgo de caries.

3. Deformación de las uñas y la piel
La onicofagia crónica puede alterar la estructura de las uñas y la piel que las rodea. «Con el tiempo, las uñas pueden volverse más cortas, deformes y propensas a crecer de manera irregular», señala la Dra. López. Además, la piel alrededor de las uñas puede agrietarse y sangrar, lo que facilita la entrada de patógenos.

4. Impacto en la salud mental

Aunque morderse las uñas suele ser una respuesta al estrés, este hábito puede convertirse en un círculo vicioso. «Las personas que se muerden las uñas a menudo experimentan vergüenza o frustración, lo que puede aumentar su ansiedad y perpetuar el comportamiento», comenta la psicóloga María Sánchez. Romper este ciclo requiere identificar las causas subyacentes y buscar estrategias para manejar el estrés de manera saludable.

Consejos para dejar de morderse las uñas

Los expertos recomiendan varias estrategias para abandonar este hábito:

  • Mantener las uñas cortas y bien cuidadas.
  • Usar esmaltes de sabor amargo diseñados para disuadir el hábito.
  • Identificar y manejar los desencadenantes emocionales.
  • Buscar alternativas como masticar chicle sin azúcar o usar técnicas de relajación.

Morderse las uñas es más que un mal hábito; es un comportamiento que puede tener consecuencias serias para la salud física y mental. Reconocer los riesgos y tomar medidas para dejar de hacerlo es un paso importante hacia el bienestar integral. «No se trata solo de tener uñas bonitas, sino de cuidar tu cuerpo y tu mente», concluye la psicóloga Sánchez.

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