Cinco partidos sin ganar. La cifra lo dice todo: la Tricolor ya no encuentra su rumbo. Este lunes, frente a un Perú disminuido por bajas y con un delantero de 41 años, Colombia volvió a tropezar. El empate sin goles en Barranquilla no solo refleja la sequía ofensiva, sino que profundiza la crisis de un equipo que, sin Luis Díaz, parece haber perdido su identidad.
Néstor Lorenzo, ante la ausencia de Díaz por suspensión, optó por un once renovado. Pero lo que en el papel parecía una solución terminó siendo un fracaso táctico:
Ofensiva estéril: Una de las peores actuaciones en lo que va de las Eliminatorias.
Errores clave: Jhon Durán, James Rodríguez y Yerry Mina, figuras esperadas, no respondieron.
Dependencia de «Lucho»: Sin su estrella, Colombia fue un equipo sin ideas, sin puntería y sin carácter.
Dominio sin peligro
El esquema inicial, una herradura para presionar alto, mostró posesión sin efectividad. Perú, con menos recursos pero más orden, generó las mejores ocasiones:
Min. 19: Advíncula aprovechó un error defensivo y estrelló el balón en el poste.
Min. 35: Yerry Mina perdió un balón clave; Flores estuvo a punto de marcar, pero Kevin Mier salvó con una parada milagrosa.
El único destello colombiano fue un remate de Durán (20′) que rozó el palo. Pero el ariete, víctima de la frustración.
Cambios tardíos, reacción insuficiente
Lorenzo esperó hasta el minuto 60 para mover el banquillo: Campaz y Hinestroza entraron, pero la decisión de mantener a James (irregular durante el partido) resultó inexplicable.
El último suspiro llegó en el 77′: un cabezazo de Luis Suárez al travesaño tras un centro de James. Fue el único momento de lucidez en un partido donde el reloj se convirtió en el peor rival.
La cruda realidad: la Tricolor depende del formato, no de su fútbol
Con este resultado, Colombia asegura el repechaje. Su única esperanza fue el Mundial de 48 equipos, un salvavidas que esconde una verdad incómoda: el equipo no está a la altura.
Si algo quedó claro es que, sin cambios profundos, la clasificación seguirá siendo un sueño lejano.