El Gobierno Nacional decidió suspender la mesa de paz con el ELN tras un atentado en Arauca que dejó dos militares muertos y 25 heridos. El ataque, ejecutado mediante cilindros bombas lanzados contra una base militar en Puerto Jordán, fue el detonante para que el presidente Gustavo Petro anunciara el fin de las conversaciones con la guerrilla, las cuales estaban congeladas desde hacía meses.
El proceso de paz con el ELN, iniciado en agosto de 2022, enfrentaba tensiones debido a que los insurgentes, liderados por «Antonio García», consideraban que el Gobierno no había cumplido con varios compromisos, como retirarlos de la lista de Grupos Armados Organizados ( GAO) y crear un fondo para financiar la desmovilización de combatientes. La creación de una mesa de diálogo con una disidencia del ELN en Nariño, los «Comuneros del Sur», agravó aún más la
El atentado en Puerto Jordán se ejecutó a través de una volqueta adaptada para lanzar cilindros bomba, causando grandes destrozos en la guarnición y la muerte de los soldados Julián Patiño Arango y Bayron Andrés Correa Vargas. La inteligencia militar atribuye el ataque al frente Domingo Laín Sáez del ELN, comandado por alias «Nacho», un veterano guerrillero que actúa bajo las órdenes de «Pablito», quien se encuentra refugiado en Venezuela.
Este atentado es parte de una reciente escalada de violencia en Arauca y Norte de Santander, donde el ELN ha ejecutado varios ataques, como emboscadas a militares y la destrucción de un tramo del oleoducto Caño Limón – Coveñas. Esta es la segunda vez que el ELN dinamita un proceso de paz mediante un atentado contra la Fuerza Pública, recordando lo sucedido en 2019 con el ataque a la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá.
Tras la ruptura de esta mesa de diálogo, el proyecto de «paz total» del gobierno Petro queda debilitado, aunque el Ejecutivo sigue impulsando negociaciones con otros actores armados, como la Segunda Marquetalia, el Clan del Golfo y grupos locales en regiones como el Valle de Aburrá y Buenaventura.