La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia de salud pública de importancia internacional debido a la expansión en África de una nueva y más letal variante de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.
Esta decisión, respaldada unánimemente por el Comité de Emergencia de la OMS, responde a la rápida propagación del virus en la República Democrática del Congo (RDC) y países vecinos, con un alto riesgo de expansión internacional.
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El brote ha afectado gravemente a niños, con un 70% de los casos en menores de 15 años y una alta tasa de mortalidad en menores de cinco años. A pesar de la declaración de emergencia, África enfrenta desafíos significativos, incluyendo una limitada disponibilidad de vacunas, con solo 200.000 dosis disponibles frente a los 10 millones necesarias.
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La OMS trabaja para coordinar una respuesta global, centrada en mejorar la vigilancia, asegurar el acceso a vacunas y contener la propagación del virus. En Europa, el riesgo se considera «muy bajo», aunque se mantiene la vigilancia sobre la situación.