El CEO de Tesla y SpaceX se perfila como posible secretario del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental en el gobierno de Donald Trump.
El multimillonario Elon Musk continúa consolidando su influencia tanto en el ámbito tecnológico como político. Según Forbes, solo en las primeras horas de un reciente movimiento en las acciones, Musk vio un incremento de su fortuna en 15.000 millones de dólares, alcanzando un patrimonio de 283.600 millones de dólares. Este aumento no es solo un reflejo de su éxito empresarial, sino también del creciente poder que podría ejercer bajo el próximo gobierno de Donald Trump, quien será presidente de los Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2025.
Musk, conocido por su apoyo explícito a Trump y su inversión de al menos 75 millones de dólares en la campaña electoral del presidente electo, se perfila para desempeñar un rol clave en la Casa Blanca. Aunque aún no existe un cargo específico para él, Musk podría ser el líder de un nuevo y revolucionario departamento: el Departamento de Eficiencia Gubernamental, o DOGE (por sus siglas en inglés).
Este concepto surgió en un mitin de Trump en Walker, Michigan, donde el presidente electo mencionó su intención de crear una comisión dedicada a reducir los costos en la administración pública, una idea que Musk habría sugerido. «Elon Musk va a ser quien nos recorte costos. Podría ahorrar billones», afirmó Trump en su intervención. De concretarse, Musk asumiría el cargo de secretario de Eficiencia del Gobierno, un puesto que, aunque no existe formalmente en la estructura gubernamental actual, podría ser creado específicamente para él.
La propuesta fue tomada tan en serio que Musk, en un guiño a la posibilidad de este cargo, compartió una imagen en su red social X (anteriormente Twitter) el 19 de agosto, donde se le veía en un atril con las siglas DOGE y el mensaje: «Estoy dispuesto a servir». La publicación generó especulaciones sobre su disposición a asumir el desafío.
Según Trump, Musk no recibiría salario alguno por su función, ya que su objetivo sería servir al país de manera voluntaria. «Lo hará gratis porque quiere ver a este país prosperar», comentó el presidente electo, reconociendo la dedicación del multimillonario hacia el bienestar económico de los Estados Unidos.
El regreso de Trump y el papel de Musk en su campaña
El CEO de Tesla no solo ha sido un aliado político de Trump, sino que también lo ha acompañado en su campaña. El pasado martes, Musk estuvo presente en Florida, a la espera de los resultados que le dieron a Trump la victoria en las elecciones. Tras la confirmación de la victoria, Musk compartió su apoyo en X, asegurando que «el pueblo de Estados Unidos dio a Donald Trump un mandato claro como el cristal para el cambio».
El magnate, quien ha sido una figura polémica en el mundo de los negocios y la política, se ha mostrado dispuesto a asumir un papel protagónico en el próximo gobierno. Si finalmente ocupa el cargo de secretario de Eficiencia del Gobierno, Musk podría ser la persona encargada de implementar una de las promesas clave de Trump: hacer más eficiente el funcionamiento del gobierno federal, reduciendo costos y optimizando recursos.
¿Una nueva era para el gobierno de los Estados Unidos?
Con su trayectoria en Tesla, SpaceX y la creación de la red social X, Musk se ha consolidado como uno de los empresarios más influyentes y audaces de la era moderna. Su incursión en el mundo político no es nueva, pero este posible nombramiento en el gobierno de Trump marcaría un antes y un después en la relación entre los negocios privados y la política pública.
El tiempo dirá si Musk acepta esta invitación para servir en la Casa Blanca. Lo que está claro es que el multimillonario está dispuesto a jugar un papel clave en la agenda política de Trump, si finalmente el presidente electo decide formalizar la creación de este nuevo departamento. Para los seguidores de Musk, su futuro en el gobierno podría ser solo el comienzo de una nueva etapa, tanto en su carrera empresarial como en su influencia política.