Quinto Poder
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Este martes 10 de junio, el cementerio Jardines del Ecce Homo, en Valledupar, se llenó de flores, globos y lágrimas. Amigos y familiares se reunieron para rendir homenaje a Juan David Espinosa, a quien todos recordaban con cariño como “Juanda”. Allí, entre anécdotas, música y abrazos, celebraron lo que habría sido su cumpleaños número 16.
Desde las 8:00 a.m., su madre Marelis Durantes, su hermana, tías, primos, abuela y varios amigos llegaron con una torta, bombas y una serenata para cantarle el “Feliz cumpleaños”.
La jornada comenzó con la canción Yo te extrañaré, que conmovió profundamente a los asistentes. Luego, entre oraciones y lágrimas, entonaron la tradicional canción de cumpleaños, honrando la memoria del joven que dejó una huella imborrable en sus vidas.
“Para Juan David, su cumpleaños era muy especial. Nos levantábamos desde las cinco de la mañana para hacerle el desayuno y empezara su día feliz. Esto es muy triste”, expresó su madre con voz entrecortada.
Sus amigos lo recordaron como un joven alegre, creyente en Dios, amoroso, buen deportista y, sobre todo, un amigo incondicional, siempre dispuesto a tender la mano a quien lo necesitara.
“A él le gustaba toda la música, especialmente los corridos. Su canción favorita era Hoy todo cambió, que habla de esfuerzo, de un joven que ayudó a su mamá a salir adelante”, contó Jacobo Carrascal, uno de sus amigos más cercanos.
Juanda falleció en un trágico accidente de tránsito el pasado 22 de mayo. Viajaba como parrillero en una motocicleta conducida por Yordin Sebastián Figueroa Martínez, de 19 años, quien también murió en el siniestro. El hecho ocurrió en el sector del parque Los Algarrobillos.
Ambos jóvenes tenían una fuerte conexión con el colegio Pablo VI: Juanda cursaba décimo grado y Yordin era egresado. La tragedia dejó un profundo dolor en la comunidad educativa, que aún no asimila la pérdida.
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