Astrea, Cesar, revive dolorosamente los recuerdos del conflicto armado generado por las Autodefensas Unidas de Colombia, que dejó decenas de víctimas y marcó al municipio con el estigma de ser la «tierra paramilitar».
Este miércoles 28 de agosto, la comunidad se volcó a las calles para despedir a Yulibeth Shleguer Mejía, una comerciante de 32 años que fue asesinada el pasado domingo tras ser víctima de extorsiones.
Mientras el pueblo le daba el último adiós, las autoridades civiles y armadas se reunieron en un consejo de seguridad para definir estrategias que permitan identificar y capturar a los responsables del crimen.
«El departamento del Cesar ha ofrecido 20 millones de pesos por información que conduzca a la captura de estos criminales. La Policía reforzará la presencia de agentes en la zona, y un grupo especial trabajará con las comunidades para fomentar las denuncias. Además, la Gobernación proporcionará cuatro motocicletas de alto cilindraje para mejorar la respuesta de las fuerzas de seguridad», anunciaron las autoridades.
El multitudinario sepelio, sin precedentes en la población debido al impacto de este hecho violento, subraya la urgente necesidad de acción por parte de las autoridades. La comerciante deja huérfanos a dos niños, quienes ahora enfrentan un futuro incierto en medio del dolor de una comunidad que revive viejas heridas.